Café Colombia Supremo

Descripción

Café de Colombia Supremo

El café colombiano es uno de los más reconocidos en el mundo. Su cultivo se concentra en las zonas montañosas de la región andina, a altitudes que oscilan entre los 1.200 y los 2.000 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud, junto con un clima templado, suelos volcánicos ricos en minerales y lluvias bien distribuidas durante el año, proporciona las condiciones ideales para el cultivo de café Arábica. Esta variedad es conocida por su suavidad, acidez brillante y riqueza aromática.

Una de las características más valoradas del café colombiano es su recolección manual y selectiva. Los productores recogen únicamente los granos maduros, en varias pasadas, lo que garantiza una mejor calidad en la taza. Después de la cosecha, los granos se someten a un proceso de lavado húmedo. Este método implica despulpar el café, fermentarlo para desprender la mucílago, y luego lavarlo cuidadosamente. Finalmente, los granos se secan al sol o en secadores mecánicos, dependiendo de las condiciones climáticas. El resultado es una taza más limpia, con mayor nitidez de sabor.

En Colombia, el café se clasifica según el tamaño y la calidad del grano. El café Supremo se compone de granos grandes y uniformes, considerados de la más alta calidad. El Excelso, aunque ligeramente más pequeño, sigue siendo de muy buena calidad. Estas clasificaciones ayudan a mantener estándares elevados dentro del país y son una garantía para el consumidor final.

Además, Colombia se divide en distintas regiones productoras, cada una con su identidad sensorial. En Huila, por ejemplo, predominan las notas dulces y frutales. En Nariño, el café ofrece una acidez más marcada y un perfil floral. Tolima, por su parte, combina dulzura con toques achocolatados y cítricos. Esta diversidad regional permite descubrir matices muy distintos dentro de un mismo origen.

En resumen, el café de Colombia Supremo es una expresión refinada del Arábica. Ofrece una experiencia equilibrada, con cuerpo medio, notas de chocolate, frutas rojas y una acidez cítrica que lo hace único. Su calidad constante, sumada al trabajo artesanal de los caficultores, lo convierte en una excelente opción para quienes buscan un café especial y auténtico.